Reseña de "Sueños de Dioses y Monstruos", de Laini Taylor (Hija de Humo y Hueso #3)

Sueños de Dioses y Monstruos - Laini Taylor - Alfaguara - 614 páginas

La joven Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y ahora el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una tierra asolada por la guerra. Pero, cuando el brutal ejército de serafines de Jael traspasa al mundo humano, lo impensable se convierte en esencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra su enemigo común.
Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quimeras conviven juntos, en paz. Pero ¿habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable amor entre un ángel y un demonio?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los kirin, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio. Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos?

En 2013 leí el primer libro de esta saga, en 2014 su continuación y ahora, después de tantísimos años por fin la he terminado. Os preguntaréis por qué he esperado tanto tiempo para terminar una saga que me estaba gustando tanto (si tenéis curiosidad, os dejo los enlaces a las reseñas del primer y segundo libro de mi antiguo blog), y creo que debo tener algún tipo de síndrome que me impide terminar series que me encantan porque no quiero que esas historias acaben. Además, es un libro al que le quería dedicar tiempo y leerlo con cariño, y con mi ritmo de vida normal era imposible, así que ahora tenía que leerlo sí o sí.

Os cuento todo este rollo porque comprenderéis que después de 6 años no recordaba al detalle los libros anteriores. Supongo que os pasará a algunos, pero los gustos literarios van cambiando con el paso de los años, y en parte tenía miedo de que esta saga ya no fuera a gustarme y me llevara un chasco que rompiera el bonito recuerdo que tengo de ella. Por suerte, aunque he tenido una relación de amor-odio con este libro, debo decir que finalmente ha ganado con creces el amor y he terminado esta historia con muy buen sabor de boca.

La verdad es que la autora te pone al día muy bien de como dejó la historia en el segundo libro, pero lo hace de una forma sutil que no se hace pesada. De todos modos, estoy segura de que es mucho mejor no dejar pasar tanto tiempo porque evidentemente hay detalles que se me han podido escapar.

Entonces, ¿por qué hubo un momento en el que sentí odio por el libro e incluso me replanteé abandonarlo? Pues porque una vez la autora nos sitúa y nos empieza a plantear qué se cuece por esos lares hay un lapso de 100-150 páginas en los que no pasa ABSOLUTAMENTE NADA. Por muy bien que escriba la autora, me faltaba chicha y sentía que no paraba de leer todo el rato el mismo rollo sin que me aportara nada nuevo y la historia no avanzaba, y es algo que no soporto, la verdad. A veces me pregunto si eso pasa porque los autores simplemente quieren que les quede un libro más extenso, pero en mi opinión las páginas de relleno son contraproducentes.

Por suerte, fui persistente y decidí seguir leyendo, y por fin volví a encontrar aquello que tanto me había gustado de los otros libros de la saga. Aunque la acción no tiene un ritmo frenético, me reconcilié con el libro y no pude parar de leer. La pluma de Laini Taylor es maravillosa y además crea unos personajes que parecen tener vida propia (por supuesto, Zuzana y Mik siguen siendo mis favoritos, aunque este libro me ha hecho amar a varios personajes más). 

Magia, traición, lealtad, amor, injusticia, esperanza...Leer este libro me ha hecho sentir muchas cosas, pero sobretodo ternura, y así es como va a quedar la saga en mi recuerdo.