Reseña de "Te dejé ir", de Clare Mackintosh

Te dejé ir - Clare Mackintosh - Debolsillo - 430 páginas

En solo un segundo, el mundo de Jenna Gray se ha convertido en una pesadilla. Su único deseo ahora es huir para empezar una nueva vida lejos de todo. Desesperada por escapar, alquila una pequeña casa en la costa de Gales, esperando encontrar allí el modo de olvidar.

Poco a poco, Jenna empezará a vislumbrar la luz de un futuro. Sin embargo, la persiguen sus miedos, una pena insoportable y el recuerdo de una oscura noche de noviembre que cambió su vida para siempre.

Porque nadie puede huir de su pasado... y todos los secretos que quería dejar atrás están a punto de alcanzarla.

Te dejé ir lleva ya algunos años en mi estantería, así que aproveché que fue una de las lecturas que propuso Lau para leer durante la cuarentena y me animé a sacarlo de la eterna lista de pendientes.

Este libro empieza con una escena terrible: un niño sale corriendo tras soltar la mano de su madre y es atropellado por un conductor que se da a la fuga. 

La novela se divide en dos partes, en la primera seguiremos la investigación policial y la vida de Jenna, que ha decidido huir después del accidente porque necesita poner distancia y empezar de cero. 

Al estar intercalando capítulos de una historia y de otra se lee de forma muy ágil, pero lo mejor es llegar al final de esa primera parte, porque tiene uno de esos giros que te dejan con la boca abierta y desde ese momento no puedes parar de leer. De verdad que hacía tiempo que una novela policíaca no me sorprendía tanto y fue prácticamente un orgasmo lector.

Como os he dicho, una vez terminada la segunda parte es imposible dejar de leer el libro porque, aunque todo encaja, quedan algunas preguntas por resolver, pero la autora se asegura de cuadrarlo todo a la perfección. 

En esta parte de la novela se intercalan capítulos del presente y del pasado, donde conoceremos la historia de la persona que atropelló a Jacob. No puedo contar de más porque no me gustaría spoilear nada, pero os aseguro que se me ponían los pelos de punta, lo pasé realmente mal leyendo la segunda parte de este libro, me removió entera por dentro y me creó una ansiedad terrible. Pero, llamadme masoquista si queréis, ese es el tipo de reacción que espero sentir cuando leo una novela policíaca. 

Otra de las cosas que me ha gustado bastante es que los personajes tienen una personalidad muy bien definida y no están sobrecargados de clichés, que es algo que siempre me da pereza encontrar en las novelas policíacas (stop al típico policía solo en la vida, que se ha divorciado porque su mujer no soportaba que fuera tan adicto al trabajo y que tiene serios problemas con el alcohol, gracias).

En definitiva, es un libro que he disfrutado muchísimo por todo lo que me ha sorprendido y me ha hecho sufrir y no dejaré de recomendarlo. Ahora mismo los otros libros de la autora se han ido de cabeza a mi lista de deseos, espero que no decepcionen y sean igual de buenos que este.