Reseña de "La maldición de Hill House", de Shirley Jackson

La maldición de Hill House - Shirley Jackson - Editorial Minúscula - 265 páginas

Cuatro personajes llegan a un viejo y laberíntico caserón conocido como Hill House. Son el doctor Montague, un estudioso de lo oculto que busca pruebas de fenómenos psíquicos en casas encantadas, y tres personas a quienes el doctor ha reclutado para llevar a cabo un experimento. A pesar de las reticencias de su familia, Eleanor, una joven algo atormentada y de pasado infeliz, acabará formando parte de la singular comitiva. Los otros son Theodora, con quien Eleanor establece un fuerte vínculo inicial, y Luke, el heredero de la casa. Pronto todos deberán enfrentarse a situaciones que están más allá de su comprensión. Hill House parece estar preparándose para escoger a uno de ellos y hacerlo suyo para siempre.

Conocí esta novela por la serie que Netflix estrenó el año pasado, y he de decir que a pesar de que fue una serie que disfruté mucho e hizo que me llevara mis sustos, ha resultado ser bastante diferente al libro. No me refiero a que sea una adaptación a la que le falten algunas cosas (como suele pasar con la gran mayoría de series y películas basadas en libros), sino que en este caso la serie sólo coge algunos ingredientes de la novela (básicamente el título, el nombre de los personajes y el hecho de que la historia se desarrolle en una casa encantada) y los cocina de una forma muy diferente. Esto, para mí, ha sido una grata sorpresa, ya que leer esta novela me ha dado la oportunidad de disfrutar un poco más de esta casa encantada pero con una esencia bastante diferente.

La maldición de Hill House es uno de esos libros que profundiza mucho en la psicología de los personajes, concretamente en el personaje de Eleanor, una joven que es invitada por el doctor Montague a pasar una temporada en la mansión encantada porque en el pasado tuvo alguna experiencia paranormal. A través del relato, nos adentramos en la mente de Eleanor y vemos su evolución a medida que pasan los días en esa casa. En mi caso, al principio empatizaba mucho con ella pero poco a poco tuve la sensación de que su mente iba denigrando, y ya no me refiero sólo a sus sensaciones por estar en esa casa  donde ocurren sucesos de lo más extraños, sino a toda esa paranoia que siente Eleanor respecto a lo que imagina que estarán pensando los demás sobre ella, esa sensación imaginaria de que se burlan de ella cuando hace o dice cualquier cosa.

Otra cosa a destacar es la atmósfera que consigue crear la autora. Sus descripciones hacen que nos sintamos agobiados y atrapados entre las paredes de esa casa, y al igual que los protagonistas, también consigue que sintamos ese miedo a salir, ya que nos hace imaginar que lo que podamos encontrar fuera de la mansión es mucho peor que lo que podemos encontrar dentro.